Ilusión mía vista desde el suelo, desde donde todos recibían a los hijos en una nube, observando aguas y rayos. Sin poner los pies en el suelo, no se viven las alegrías e ilusiones, el placer de vivir caminando por la carretera de la ilusión, ayudando a quienes por orgullo sólo subir le interesa, con prepotencia, creyendo estar arriba, esos sólo a unos metros te quitan medallas, tus honores. Pisotear tu humildad desde arriba, creen verte sin base ni experiencia, pronto los verás caer defraudados y repitiendo estrategias. Volverán a intentar, muy alto no se quedarán. Subir a las nubes es para quedarse con firmeza y seguridad. Abusando como subistes, pronto bajarás, esos altibajos te hacen sufrir más que disfrutar, quien a paso firme va, llega arriba para no volver atrás, en dudar un error no merecido por quienes con prepotencia metros subirán, caerán pronto, no tienen fuerzas para mantenerse donde quieren estar, pronto se acabará y quien fuerza puso, si he puesto en tanto ayudar, si personalmente no se cuida, la salud perderá, pronto volverá con pies de plomo en su caminar, estar arriba cuesta, te lo ganas, no te regalan nada y te vienen a matar. Tu buen hacer les aportarás. Desde ese nivel todo con más fuerza y seguridad se aprecia, y tienes que alimentar nubes blancas sin tormenta, que sin hacer daño puedan pasar. Vienes desde lo más bajo, pies en el suelo, valoras lo que te has ganado, lo sabes cuidar.
Pero la vida es corta, salud delicada, fuerza en decadencia. Te pones a echar una mano como siempre, y te das cuenta que no has cambiado, en poco tiempo la mano caerá, a más que ayudes, más grande el porrazo, será con los pies en el suelo "te tienes que cuidar".
